Mario un tranquilo joven del cerro yungay todos los días bajaba las escaleras y callejones del puerto en busca del sustento familiar, cuando la mar no lo permitía se dedicaba a vender artículos variados en las afueras de los bancos y empresas corporativas, pero su fuerte era la pescada.- ahora caserita dos por mil tan bonitas tan fresquitas!!! Anunciaba aquel manjar criollo.
Mario era un joven muy conocido en el sector ya que muchos oficinistas le encargaban la “pescada” y a la hora de colación la pasaban a buscar, otros sencillamente al pasar se tentaban y uno que otro turista aprovechaba la ocasión de tomarle alguna fotografía como recuerdo de la visita al puerto.
Pero para las caseras no dejaba de ser el “mijo de la pesca”, al terminar su jornada pasaba por su mujer a la panadería donde trabajaba y se iban juntos a la casa, el siempre muy bruto para trabajar pero en contraste muy amable y dócil con su amada.
Dependiendo el ánimo y la suerte del día laboral, Mario soñaba con su mujer al subir el cerro y le decía “escúchame bien amor te prometo que algún día nunca mas vas a tener que subir el cerro cargada con bolsones, tus piernas ya están muy hermosas para hacerlas brillar mas, dicen que la mujeres porteñas son las que tienen la piernas mas bonitas de chile de tanta escalera y cerro que tienen que subir.
.- Mi amor estoy juntando unas moneditas para mi futuro forjar y así nuestros sueños hacer realidad, su mujer muy comprensible y buena compañera le decía” lo se amor mió, pero prométeme algo, que nunca vamos a dejar de contemplar nuestro valparaiso al terminar nuestra jornada laboral.- así sera vida mía que la desgracia de hoy sera el combustible que mañana nos hará de salvar.
Mario seguía con su vida cotidiana una y otra vez como si fuera una teleserie que el final hay que alargar, cualquier día a Mario se le encontraba ofreciendo su producto en la misma esquina de siempre y con las mismas ganas que llevaba desde el día que empezó con su oficio, en el plan se podía encontrar a muchos vendedores de pescadas, pero Mario hacia la diferencia con las ganas y el entusiasmo que le ponía al gritar sus sueños y anhelos a un mundo tan cruel que suele ser en algunas ocasiones, desde que llegaba en la mañana a su esquina , Mario se proponía no ser solamente eso , “vender la pesca”.
Mario con sus escasos recursos en ocasiones ayudaba a muchas familias del sector y le regalaba su pescada para que sus hijos pudieran alimentar, es común encontrar a caseras que tienen muchas bocas que llenar y ellas si que hacen magia para que a sus hijos no les duela el estomago. Pero cada vez la pescada se hacia mas escasa, hasta que llego el día que inconcientemente todos temían, aquella mañana el pescador le dijo Marito lo siento pero esta mañana solo te tengo 10 pescadas la mar no permite mas y siento que tu sustento te tendré que negar, Mario complicado.-no te preocupes Juan se que no es tu intención querer perjudicarme, Juan.- a veces la mar es así muchas riquezas nos ah de entregar pero en otras la vida nos a de complicar. Ese día de verano acababa de llegar el Queen Mary uno de los cruceros mas grandes y ostentoso de todo el mundo, Mario esa mañana después de la caleta, se fue muy lento por toda la costa pensando que la plata cada vez era menos y no le alcanzaba ya para vivir, en eso se encuentra con un conocido vecino el chauchera, así le decían porque era un reconocido lanza del sector, al toparse de frente el chauchera le dice.- “como te va po marito pesca”. Mario.- mas menos compadre, la plata ya no alcanza ni pal pan. Chauchera.- así ta la cosa po marito en este puerto ya no hay na pa trabajar, siempre que me pesca la policía no me canso de explicarle que por eso con los turista me e de salvar po xoro. Mario.- jajaja si pero no es la idea, oye y que vay hacer ahora chauchera. Chauchera.- na compare me levante temprano pa colgar a algunos viajeros del Queen Mary.
Mario en su humildad y benevolencia.- oye mira tengo 10 pescadas si quieres vamos a venderlas y después arreglamos. Chauchera.- tai mas gil si no ganai na de moneas y menos pa dos. Mario.- bueno pero algo es algo, aparte es más seguro compadre. Chauchera.-no marito yo trabajo una horita no más y pa un mes me basta y me sobra ya chao no más, que se me hace tarde.
Mario con su conciencia tranquila siguió caminando hasta llegar a su esquina. Ese día había pasado mas tiempo de lo normal y aun nada con la pescada y el chauchera a cada rato pasaba por ahí, tratando de hacer ver a Mario que había tomado la decisión errada, le mostraba sus trofeos de descuidos de los turistas.
Chauchera.- ya llevo tres cámaras marito. De vuelta.-mira 1000 dólares vamos marito, marito En su interior tenia una pizca de duda sobre el trabajo del chauchera , ya habían pasado 4 horas aquella mañana y ninguna pescada la gente quería comprar , Mario en su momento de desaliento pensó regalar las pescada al curita de la iglesia la matriz para que alimentara a los borrachitos de plaza Echaurren , estaba empezando retirarse cuando aparecen 9 viajeros, Entre hombres y mujeres ,.- disculpa tu hombre mira querer todos probar la pescada y a mi decir que tu ser quien venderla!!!.- si caballero claro que si. Viajero.-tienes un restorante? Marito pensó y dijo .-no señor va a tener que disculparme, pero la vendo para hacerla. Viajero.- OK tu tener restorán, a lo que Mario respondía.-no señor yo vender pero no servir. Viajero.- ok mi nombre es Jhon donde ir todos, Mario cansado dijo.-.-ok los llevare a uno que esta camino a mi casa Mr.Jhon. Mario los llevo por la ciudad y empezó a subir el cerro, los gringos maravillados con los perros callejeros y los graffiti se comenzaban a entretener en esta patrimonial ciudad, Mario les dijo.- miren debemos tomar una micro la local da muchas vueltas pero llegaran a su destino final, Mario comenzó a contar lo que hacia todos los días en su amada ciudad y la promesa que a su mujer deseaba con todo su alma realizar, los viajeros encantados con las historias a Mario lo querían escuchar.
Mario vivía donde no llegaban micros ni colectivos y en un camino de tierra donde el cerro parecía acabar, pero tenia algo que todo porteño podía envidiar, la vista a la bahía que Mario desde su ventana parecía vigilar, los gringos en la confusión se bajaron de la local con Mario, le tomaban fotos hasta las pizarras del almacén, las que avisaban el horario del partido de fútbol de la tercera infantil del club del cerro, todas las vecinas no podían paraban de reír con tal espectáculo, Mario un poco avergonzado por las burlas y aproblemado por donde los llevaría, decía que hago ahora con estos gringos, incluso este pensó hasta en arrancar, dejando a los visitantes perdidos ,Mr. Jhon.- ok Marrio donde esta el restaurante?.
En eso Mario pensó que le podía preparar las pescadas que no pudo vender, pero no tenia nada mas que pescadas, rápidamente fue al almacén de la esquina anoto dos paquetes de arroz a su cuenta y unas papas, mientras los viajeros tomaban fotos a una ventana que estaba tapada por un plástico que decía “tomate la morenita”. Mario los llevo a su casa muy humilde por lo demás, delantal a la cintura y les hizo una comida donde lo que mas resaltaba eran los platos algunos de loza y otros tapas de tarros de leche, los visitantes encantados.- oye Marrito pero que restorante mas novedoso, mientras los visitantes junto a Mr. Jhon comían de lo mas felices, entra en la casa la señora de Mario a esta altura Marrito, esta espantada y confundida con el cuadro.
.-Mario amor que es esto!!!!!!!.-tranquila amor ellos son unos visitantes del Queen Mary y querían ir a un restorante y por accidente están aca en nuestra casa. Su mujer aun mas confundida.-pero Mario tu sabes que no tenemos que comer casi y tu invitando gente a almorzar. Mario cada vez mas complicado también.-bueno amor todo esto ya esta hecho tu solo ayúdame a atender bien a nuestro invitados aparte nunca los tenemos en casa, la mujer sin entender nada asintió a Mario en su sin sentido. Mario.-amorcito tienes algo de plata. A lo que su mujer con recelo respondió .- solo un poco pero es para parar la olla mañana. Mario.-amor algo me dice que debemos atender bien a nuestros invitados, anda a comprar una garrafa de tinto y después veo como lo arreglo. La mujer ya no pensaba nada por lo que al ver tan felices a los visitantes fue rápidamente, Mr. Jhon y sus amigos estuvieron cuatro horas brindando en tasas de distintos juegos de lozas y sin orejas, muy entretenidos escuchando las historias de Mario, hasta que Mr. Jhon interrumpe a Mario con mucha seriedad y dice.-, hombre yo soy un inversionista en mi país tengo 10 cadenas de restoranes en el mundo pero nunca e visto uno tan bello e innovador como este, quiero comprar tu restaurante y tus pescadas, en cuanto me vendes tu restorante y tu idea querido Marrio?. Mario un poco ya afectado por la cepa del cabernet subidon que había comprado su mujer mira al gringo y le dice,- jajajaja seria buena idea don Jhon a. El gringo mas serio que al comienzo le repite.- Marrio enserio cuanto dinero?, Mario esta vez con menos risa responde.- jajaja ya entendí su broma don Jhon. La mujer de Mario solo escuchaba y observaba la conversación .- Mario el caballero no te esta molestando. Hasta que por fin Mario entiende que no era una broma.- pero oiga don esta es mi casa no se la puedo vender para restaurante, el gringo se para y le dice.- ok te doy 5 millones. Mario.-pero es que no lo vendo señor. Gringo.-pero cuanto dime 10 millones de pesos?, Mario no lo podía creer ,sr. Usted esta confundido.- no!!! cuanto 15 millones, .-es que señor… no nada 30 millones y te compro tu idea con la local y tu restorante, Hombre el próximo mes te mando los pasajes y te vas a u.s.a, firmamos contrato así también podré devolver tu atención…
Mario solo miraba a su mujer como diciéndole amor lo logre!!!!, los visitantes siguen bebiendo, Mario toma a su mujer de la mano, la pareja sale a la calle los visitantes quedan dentro de la casa, Mario rompe en llanto.-amor nunca quise darte una vida con tanta miseria perdóname, su mujer solo lloraba y abrazaba a Mario de la emoción.
Ese día Mario y su mujer fueron a dejar a los visitantes al crucero. Después de la despedida Mario y su mujer no se dirigieron ninguna palabra hasta que llegaron al paseo 21 de mayo ubicado en lo alto de la ciudad con una vista panorámica muy hermosa del puerto aun caminando y cargando bolsones, ambos exhaustos miraban como el crucero se alejaba de la bahía, Mario sin quitar la vista del crucero rompe el silencio.-, ya terminamos de trabajar mi amor, fíjate estamos mirando nuestro querido puerto.
Mario al mes fue a estados unidos firmo el contrato finalmente por 50 millones llego a chile y pago un permiso para vender pescada en las esquinas mas concurridas del puerto , le dio trabajo a mucha gente humilde y de esfuerzo entre ellos al chauchera, pero nunca entrego aquella esquina de los bancos porque hasta el día de hoy, talvez ahora o en unas horas mas Marito estará gritando sus pescadas para después ir a buscar a su mujer a la universidad y contemplar a valparaiso de lo alto del cerro yungay al lado del hotel restorante 5 estrellas “la punta del cerro”.